domingo, 8 de marzo de 2009


¿Qué demonios...?

Es una agonía tener un sentimiento de culpa tan grande... y me siento inferior e incapaz de mirar a nadie a la cara, y de pedir perdón, o de dar las gracias.

Pero supongo que a base de palos uno aprende y mejora, por mucho que cueste.

Esto se quedó aquí, dulce... pero alejado de mí.

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