jueves, 18 de noviembre de 2010

Me estás destrozando el corazón con tus idas y venidas. No me escuchas, no me entiendes, y se me han quitado las ganas de hablar. Pensaba ser yo la que ocasionaba todo este desbarajuste emocional, pero veo que es un trabajo esmerado de ambas. Más damos por el mal que por el bien, y este mal me deja sin fuerza... o con demasiada.

martes, 16 de noviembre de 2010

Gracias por la compasión...